DIMINUTIVO
El diminutivo es
una terminación que se le añade a una palabra para cambiar su significado y dar
un sentido de pequeñez. Esta tendencia a “minimizar”, presente en el
diminutivo, «confirma el apego del país puertorriqueño al chiquiteo. Un
chiquiteo que propicia chiquitear, incluso con gente de talento enorme», según
el escritor Luis Rafael Sánchez. Además, este afijo puede ser usado
afectivamente o despectivamente según el contexto. Característica que convierte
a los diminutivos en una forma de derivación apreciativa, aportando una
diversidad de matices y significados, relativos a su carga semántica.
Según indica el Glosario de términos gramaticales (RAE), los diminutivos no suelen figurar en los diccionarios, salvo que su significado esté lexicalizado, es decir, no sea deducible de la información contenida en la base y en el sufijo. Así, el diccionario no recoge los adjetivos pequeñito o azulito, ni tampoco los sustantivos arbolito o carreterita. Contiene, en cambio, los nombres bombilla, centralita, flequillo, maletín, palacete, ventanilla, procedentes de diminutivos lexicalizados.
Frecuentemente son usados en sustantivos, pero también los podemos
encontrar en adjetivos (Había una vez un barco chiquitito) y en algunas ocasiones en adverbios (Te digo horita).
La amplitud del idioma español lo lleva a agrupar un conjunto de diminutivos con
diversidad de variantes
(RAE, NGLE). Además de ito/ita, en España se usan los siguientes
diminutivos con preferencia por unos u otros según las zonas: ico/ica, uco/uca/,
ín/ina, ino/una, iño/iña, ejo/eja, illo/illa, ete/eta.
En América, aunque se usan con mayor frecuencia ito/ita, se usan
con menor frecuencia ejo/eja, en zonas de Argentina y del español
andino; ingo/inga, en zonas de Bolivia; ico/ica en la zona
del Caribe, con la variante itico/itica. Esta diversidad
geográfica en el uso se recoge en la publicación Dime qué diminutivo
usas y te dire de dónde eres
Cabe destacar que en según se documenta ico/ica tiene presencia en Colombia, Costa Rica, Santo Domingo y el departamento oriental de la isla de Cuba. La NGLE (RAE 2009) indica: “En algunos países andinos, y en parte de las áreas centroamericana y caribeña, se ha desarrollado la variante itico/itica”. En Puerto Rico, aunque prevalezca el uso de ito/ita, el diminutivo ín todavía se recoge en nuestra lengua: Café Manolín. En algunos casos, como cafetín y friquitín, se emplea con un matiz despectivo. Se distingue, además, un matiz apreciativo en su uso, pues no es lo mismo "chiquitín" que "chiquitito". Además, se perciben remantes del uso de uco/uca, como en la canción La Tierruca, de Virgilio Dávila. Asimismo, se constata el uso del sufijo illo en diminutivos lexicalizados, tales como bolsillo, calzoncillo, cucharilla, empanadilla, mantequilla, revoltillo.
Sobre la derivación
apreciativa, el Buen uso
del español (RAE), indica que el español americano suele extender los diminutivos a
adverbios e interjecciones que no los llevan en el español peninsular, como adiosito,
ahorita, aquicito, chaíto, despasito, poquitito,
suavecito. En algunos casos, se presentan variaciones como en el caso de
ahora, ahorita, horita, ahoritita cuyo uso varía de
acuerdo a la distribución geográfca (diatópica) del español de América. Asimismo,
la RAE acoge como diminutivos “papaíto”, que es el más normal en España,
y “papito”, muy extendido en América. También responde a las reglas de
formación de diminutivos, y es, por tanto, correcta, la forma “papacito”, que
en América suele alternar con “papito” y “papaíto”, y que en países como
México es el diminutivo más frecuente. En todo el ámbito hispánico se
usa también la forma hipocorística “papi” referida a un nombre (papá)
que, en forma diminutiva, abreviada, se usa como designación cariñosa, familiar
o eufemístico que responde al diminutivo afectivo (RAE, DLE). Del mismo modo,
se recoge el uso afectivo de papi (RAE, DAMER) en Hispanoamérica [EU, CR, Pa, Cu, RD, Co, Ve, Ec, Bo, Ar, Ur.}
para dirigirse al novio o al esposo.
La característica inherente a los diminutivos como forma de valoración apreciativa promueve la percepción lingüística hacia su uso, que puede estar relacionada con una serie de creencias a nivel social. Desde ese punto de vista, se identifican actitudes negativas hacia el uso del diminutivo cuyo el empleo exagerado suele asociarse con un bajo nivel de escolaridad y con un bajo nivel de estratificación económica/social.
Es tan desdeñado el diminutivo que hay quienes incluso le han declarado la
guerra con el argumento de que son innecesarios o reflejan la simpleza de los
seres humanos. Por otra parte, la carga emocional que
llevan en sí, a juicio del lingüista
Amado Alonso (1896-1952), no
tiene la función exclusiva de disminuir, sino que cumple otras funciones, quien
asegura que el sentimiento y la visión subjetiva es la que le da el verdadero
valor funcional a estas palabras, para lo cual la entonación y el contexto son
imprescindibles.
Los sufijos apreciativos ito/ita, además de la disminución de tamaño, muestran
una variedad de funciones de acuerdo con el contexto o la situación
comunicativa. Existen distinciones entre el diminutivo apreciativo
"amorcito", el atenuante "cuatro vinitos solamente"
y el reverencial ¡Ay Diosito, líbranos de todo mal!
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