INDICADORES E INDICIOS

 


Esta entrada (post) aborda el tema de la interpretación de los indicadores e indicios en las distintas culturas. Charles Sanders Pierce, denominó semiótica al estudio de los signos que pueden ser lingüísticos o no lingüísticos. El signo es un objeto, fenómeno o acción material que, por naturaleza o convención, representa o sustituye a otro (RAE, DLE). Los signos no lingüísticos se representan como iconos, símbolos e indicadores.

Un icono (o ícono, en América, RAE DPD) es un signo que mantiene una relación estrecha de semejanza con el objeto representado; son representaciones universales ya que cualquier persona puede ser capaz de entenderlos.

Un símbolo es la representación perceptible de una idea, con rasgos asociados por una convención socialmente aceptada, como la paloma que es símbolo de la paz. El símbolo puede ser diferenciado del icono (un signo que reemplaza al objeto por semejanza) y del índice o indicador (el cual se caracteriza por la causalidad). 

Un indicador es algo que indica o sirve para indicar, para mostrar o significar algo con indicios y señales.  La palabra indicio es una señal que permite conocer o inferir la existencia de algo que puede percibirse a través de los sentidos: el oído, el tacto, la vista y el gusto. Pertenecen al orden de lo natural y se entienden instintivamente; por lo que se requiere validarlos, mediante el uso de otros sentidos (cotejo multisensorial) y de pruebas adicionales.

Los indicios meteorológicos han servido a lo largo del tiempo para hacer predicciones en cuanto al comportamiento de las cosechas. Entre dichos indicios se encuentra la presencia o ausencia de lluvia y de otros fenómenos atmosféricos: Durante eventos de El Niño, hay una deficiencia de lluvia en los meses de junio a septiembre, mientras que en eventos de La Niña, hay un exceso de lluvia  De hecho, según el sitio web Observación y Pronóstico, el fenómeno de El Niño controla la actividad ciclónica del Atlántico, disminuyendo la frecuencia de ciclones tropicales.

Aparte de los fenómenos atmosféricos se toman en consideración otros indicios particulares, tales como los cambios producidos en las plantas (la abundancia o la escasez de frutos), el comportamiento de animales (la presencia o la ausencia de aves, insectos) y la observación astronómica (los halos alrededor de la luna y del sol).

Desde el punto de vista léxico, el Diccionario de la lengua española (RAE, DLE) define el término cabañuelas como un cálculo popular basado en la observación de los cambios atmosféricos (indicios) en los 12, 18 o 24 primeros días de enero o de agosto, para pronosticar el tiempo durante cada uno de los meses del mismo año o del siguiente. Según la línea de uso en el tiempo  (IEDRA), el término data del 1800. 

Desde el punto de vista etnográfico las cabañuelas es un método antiguo y popular utilizado por los campesinos para pronosticar el clima del año a partir de la observación de indicios atmosféricos. En la América prehispánica también se practicaba este tipo de predicción meteorológica. De acuerdo con la publicación digital El Universal (México), el origen de las cabañuelas provine de los aztecas, quienes adoptaron este conocimiento de los mayas. Durante las cabañuelas las personas observaban el tiempo para prever cómo sería el ciclo de producción, esperando que hubiera factores propicios para esta como lo son poco calor, suficiente lluvia y poco hielo. No en todos los puntos de la Tierra se utilizan el mismo ciclo para realizar el pronóstico: en América del Sur y en el Caribe se hace en el mes de enero; mientras que, en España, se prefiere agosto. Según el sitio web PorEsto (México, 2022), es un método usado principalmente en México, Sudamérica y en algunas regiones de España. 

Si bien actualmente se toman en cuenta otros métodos, considerados de mayor validez,  para pronosticar las condiciones generales del tiempo; se detallan a continuación las observaciones realizadas durante los primeros doce días de enero:

 

Sábado: 1ero de enero es la a llave del año. soleado.

Domingo: 2 de enero es fresco, parcialmente soleado.

Lunes: 3 de enero es brumoso.

Martes: 4 de enero es soleado.

Miércoles: 5 de enero es lluvioso.

Jueves: 6 de enero es lluvioso y soleado.

Viernes: 7 de enero es lluvioso y soleado.

Sábado: 8 de enero es lluvioso y soleado.

Domingo: 9 de enero es lluvioso y soleado.

Lunes: 10 de enero es lluvioso.

Martes: 11de enero es soleado y lluvioso.

Miércoles: 12 de enero es soleado.

De lo anteriormente expuesto, se refleja la presencia del calificativo lluvioso (“Dicho del tiempo de un país en que son frecuentes las lluvias”, RAE, DLE), que se repite en casi un 60%. Este indicio también se observa en otras prácticas culturales: se constata que en China en el 2022 empezará en el año nuevo lunar el Año de Tigre de Agua, que irá del 1 de febrero hasta el 21 de enero de 2023; por lo que el agua, indicio de lluvia también estará presente en la cultura asiática. Así se constata cómo en las distintas culturas se analiza el evento comunicativo y su interacción lingüística y social, basado en la etnografía de la comunicación.

 

 

 

 

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