LAS CABAÑUELAS

El Diccionario de la lengua española (DLE, RAE)  define el término cabañuelas como un cálculo popular basado en la observación de los cambios atmosféricos en los 12, 18 o 24 primeros días de enero o de agosto, para pronosticar el tiempo durante cada uno de los meses del mismo año o del siguiente. También la palabra Cabañuelas, que hace referencia al lugar donde se celebraba la fiesta de los Tabernáculos o de las Cabañuelas en Toledo, por un fenómeno semántico de metonimia mediante el cual se designa una cosa por otra, pasaría de señalar el topos (lugar) donde se celebraban los rituales de pronóstico de lluvias dentro de esta festividad hebrea, a significar el mismo ritual de predicción meteorológica.

Desde el punto de vista etnográfico es un método antiguo y popular utilizado por los campesinos para pronosticar el clima del año a partir de la observación del tiempo en el mes de enero o en agosto. No en todos los puntos de la Tierra se utilizan los mismos días para realizar el pronóstico: en América del Sur y en el Caribe, el vaticinio se hace en el mes de enero. En España, se prefiere agosto. Tal parece que entran en juego los esquemas o filtros perceptivos y que los cambios atmosféricos y su observación dependen de la ubicación (¿será acaso una variable dependiente?).

En el Caribe y en San Juan de Puerto Rico, las Cabañuelas se siguen desde la casa mediante la metodología de la observación del cielo, de las nubes. Aparte de los fenómenos atmosféricos se han tomado en consideración otras variables mencionadas en algunos relatos tales como como el dolor en las articulaciones y en los callos; es decir, si el sujeto en cuestión presenta síntomas en los días designados para las Cabañuelas, se considera un factor adicional a la presencia de signos atmosféricos.

Cabe mencionar que hasta el momento, el pronóstico de las Cabañuelas resulta favorable porque salvo la presencia de algunas nubes, el cielo se presenta despejado. Tampoco se han mencionado grandes achaques, salvo algún dolorcito en los huesos.

Lamentablemente, falta por lograr un consenso, pues las conocedoras y expertas en las Cabañuelas ya fallecieron. Tal vez haya alguien que logre acertar algún pronóstico y continuar mirando el cielo…