LENGUAJE CLARO Y ACCESIBLE
El X
Congreso Internacional de lengua española (CILE) se celebrará del 14 al 17 de octubre en
Arequipa (Perú), organizado por la Real
Academia Española (RAE) y el Instituto Cervantes (IC), junto con
la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE). El lenguaje claro y accesible será
el tema en torno al que girará la segunda sección. La ponencia general y dos
mesas de diálogos —«Comprensión del lenguaje y derechos humanos. La claridad
lingüística y su aplicación
como servicio ciudadano» y «La accesibilidad comunicativa como derecho y
deber»— de la sesión plenaria estarán acompañadas de diversos paneles
simultáneos en los que se reflexionará sobre los fundamentos del lenguaje claro
y el nuevo concepto de la norma lingüística y su incidencia en la función de
las Academias de la Lengua; el español como lengua de inclusión y acceso
universal; lenguaje y política; lenguaje claro y poderes públicos, y la
claridad de los lenguajes especializados. Esta sección también tratará sobre la
inteligencia artificial al servicio del lenguaje claro y la comunicación
accesible; lenguaje claro y transparencia lingüística en los medios de
comunicación y la publicidad; educación en lenguaje claro y accesible y su
incorporación a la enseñanza universitaria.
El lenguaje
claro y la accesibilidad
comunicativa mantienen
estrechos vínculos. Ambos conceptos coinciden en un mismo objetivo: solucionar
problemas en la comprensión de mensajes. La accesibilidad ha evolucionado hacia
un diseño pensado desde el inicio para servir a todos los usuarios de la lengua
y en todas las circunstancias (diseño universal). Se presentan, asimismo, diversas cuestiones relacionadas con la
legibilidad o la comunicación y la accesibilidad espacial, visual,
auditiva y cognitiva.
En el aspecto de la gramática, se efectúa la
selección de los temas que mayores dificultades plantean a la claridad del mensaje:
prefijos, derivados largos, gerundios, género, pasivas, coordinaciones,
subordinaciones. En la sección de discurso, se explican
problemas frecuentes: el párrafo largo, los incisos, las enumeraciones, los
rasgos que configuran el llamado “estilo jurídico”.
Asimismo,
en el aspecto correspondiente a la semántica (significado de unidades lingüísticas), se abordan conceptos que no siempre hallan acomodo en las guías,
pero que son necesarios para comprender las razones que subyacen
a la opacidad lingüística[1]:
el significado, el
sinsentido, la connotación
(el uso figurado), las presuposiciones, las implicaturas, la ambigüedad, la
vaguedad, las contradicciones, las paradojas, los eufemismos, las redundancias.
Dentro
del marco de la redacción como proceso, se ha abordado el tema de
la legibilidad y cómo esta enfoca el
aspecto ético-teórico de la redacción y sus distintos componentes. Es necesario
también ubicar este concepto y su relación con el enfoque denominado lenguaje
llano (plain language, en inglés), llamado también
lenguaje sencillo o lenguaje ciudadano,
el cual propone un estilo de escribir simple y eficiente que
permite a los lectores entender fácilmente lo escrito. El lenguaje
llano, cuyo uso surge en el ámbito administrativo, se caracteriza
por el uso de expresiones concisas y claras.
Existen distintos
tipos de legibilidad, dependiendo del aspecto que se considere, la comprensión
y la inteligibilidad del texto (enunciado o conjunto de enunciados orales y
escritos). La Universidad Antonio de Nebrija, España, considera, en torno a la
legibilidad, los siguientes aspectos: Qué se va a leer, por qué, quién,
dónde y cuándo. Tal vez sea necesario, desde el punto de vista del lector,
preguntarse cómo. En torno a la evaluación de la legibilidad
de los textos, el Glosario de términos específicos sobre la evaluación de la
legibilidad de los textos brinda los criterios para clasificar los
distintos tipos de legibilidad: legibilidad conceptual, legibilidad
estructural, legibilidad lingüística, legibilidad gráfica o
visual.
Asimismo, el sitio web legibilidad.blogspot.com propone que
se opte por simplificar los términos para identificar el tipo de legibilidad: para
expresar el término “readability” se ha acudido a otros términos rebuscados
como “lecturabilidad”, “perspicuidad” o excesivamente genéricos como
“comprensibilidad”. Este sitio web opta por el término “legibilidad” para
referirse a ambos aspectos. Según este, “legibility” debe traducirse por “legibilidad tipográfica”, y “readability”, por “legibilidad
lingüística”.
Cabe
plantearse la necesidad de emplear un enfoque abarcador desde
la perspectiva del texto (oral o escrito), tanto desde
el marco del lenguaje
claro (plain language), como desde la legibilidad (incluyendo legibility, readability).
Dicho enfoque debe plantearse desde un punto de vista comunicativo.
Partiendo desde ese punto de vista, desde hace una década, se publicó el texto Jugando
a la rayuela. La producción de textos escritos. López Jiménez I. E. (2016).
Editorial Tiempo Nuevo. Sería conveniente publicar una nueva edición, revisada y
aumentada.
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