VERBOS DE INFLUENCIA
La modalidad expresa un amplio campo de
matices semánticos, según la actitud del emisor ante lo enunciado y su
interlocutor: certeza, creencia, deseo, duda, probabilidad, posibilidad,
predicción, valoración, etc. Las lenguas disponen de diversos mecanismos para modalizar
de acuerdo con el contexto discursivo. (CVC, Diccionario de términos clave
de ELE).
Los mecanismos modalizadores pertenecen a diferentes niveles lingüísticos. La gramática actual del español (Morales
y Vega, 2011) menciona, como parte de los tipos de verbos, aquellos agrupados
por contextos o nociones semánticas que inducen a la selección
(dependientes) o a la exclusión (independientes) de los modos, tales como los
predicados de influencia, que expresan peticiones, eligen el modo
subjuntivo en los complementos oracionales.
Los verbos de
influencia son aquellos que sirven para permitir, instar, convencer
para hacer algo, aconsejar, obligar o prohibir (aconsejar, incitar, obligar,
permitir, persuadir, etc.)
El Diccionario
panhispánico de dudas (RAE, 2005)
que los llamados «verbos de influencia» —los que expresan acciones que
tienen como objetivo influir en una persona para que realice una determinada
acción, como autorizar, ordenar, invitar (‘animar’), permitir,
exhortar, etc. — tienen como objetivo influir
en alguien para que haga o deje de hacer algo.
Los verbos de
influencia desempeñan un papel primordial en el discurso persuasivo cuyo
objetivo es inducir, mover, obligar a alguien con razones a creer o hacer
algo (RAE, DLE). Según el sitio web Definición De, la persuasión se logra a
través de la influencia cuya intención es que un sujeto modifique su
forma de pensar o sus conductas. Añade
dicho sitio web que la persuasión, como herramienta discursiva, puede
ser utilizada en textos pertenecientes a
los campos como el mercadeo, la publicidad y
en sectores en los que el público es sensible a diversas interacciones
con los medios y en donde la decisión es el objetivo de quien persuade.
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