LA TRIADA COMUNICATIVA
Como método para solucionar una situación comunicativa que consta de tres elementos
interdependientes, la tríada presenta la relación de tres componentes que inciden
sobre la óptima gestión de comunicaciones, es decir, sin una no puede ejecutar
la otra. Estos tres componentes se relacionan en distintos contextos, entre
ellos figura el textual. Mientras los llamados “géneros del yo” aluden a una serie de textos que
tratan un contenido de modo autobiográfico, “los géneros del otro” aluden a un
discurso referencial compuesto por un conjunto de elementos que forman un
sistema de referencia. Los denominados “géneros del yo” se sitúan en un
contexto interno; en cambio, “los géneros del otro” reenvían a un contexto
externo, a un mundo extralingüístico (López Jiménez, I. E., Texto e intertexto).
Los géneros del yo, llamado también escritos del yo o escritura íntima se refieren a un discurso que es producido a partir de la inscripción del sujeto en una posición delimitada en el interdiscurso; dicha posición mira hacia adentro y se autorretrata: sef-I (selfi), infografía, perfil sobre los “yos”. Además, se sitúan en dicho contexto los “relatos de vida” (life stories) y las “historias de vida” (life histories). Los “relatos de vida”, como parte del storytelling, reflejan un aprendizaje biográfico narrativo.
Por medio de discurso
o género del otro se denomina a una situación comunicativa que involucra a una tercera persona vinculada a un hecho particular: Este tipo de situación implica una valoración en la cual se proyecta una imagen perceptiva (personal,
profesional). Dicha valoración está sujeta a la capacidad para controlar o
reducir los filtros o esquemas perceptivos y a la credibilidad
de la fuente; por lo que requiere validar la opinión mediante datos, recursos
de información para establecer un consenso: «En el
pensamiento occidental, la tentación de definir lo Otro ha sido una constante.
Esa pretensión de definir lo Otro, generalmente tropieza con una ilusión,
tratar de identificar lo Otro desde el lenguaje de lo Mismo.» (Naranjo Escobar,
2014).
La alteridad (del latín alter ‘otro’) y la otredad
(condición de ser otro) son parte de las formas del género del “otro”. La actitud asumida frente al “otro”
se fundamenta en la manera de percibirlo. Dicha manera de percibir distingue dos
puntos de vista: se asume una posición de identidad al ver al “otro” como
un igual, o bien, se percibe al “otro” como diferente, entendiendo la diferencia
en términos de oposición: superior/inferior; bueno/malo, capaz/incapaz. A su vez, estos puntos de vista se reflejan en
una serie de textos en los que la identidad del otro se observa a la luz de los
hechos o se ensalza su figura.
La biografía, la semblanza y el panegírico son textos escritos en tercera persona, desde la perspectiva del “otro”. La biografía, cuyo prefijo bio significa ‘vida’, relata una experiencia de vida, mientras que la semblanza ofrece un ‘bosquejo biográfico’. Aunque la biografía y la semblanza remiten a la acción de “biografiar”; la palabra panegírico viene del latín panegyrîcus, y este del griego panegyrikos, pertenece a un discurso de loa; laudatorio, encomiástico. El término panegirista define al que pronuncia el panegírico, con alabanza y también a un elogio o ensalzamiento a alguien o una persona en particular. Se dice especialmente a un individuo que alaba alguien. En el panegírico el biografiado se verá a la luz de la alabanza y la exaltación, es decir: será buenísimo, sapientísimo, siempre en grado superlativo.
Cada uno de los tres textos remite a distintas
situaciones comunicativas: la biografía es una narración que se inserta
dentro de un género literario, la semblanza se ubica como parte del
discurso académico y el panegírico se utiliza mayormente en el ámbito político.
Cada uno se ubica en distintos contextos discursivos de la tríada comunicativa que incluye a X que comenta, dice,
opina a Y sobre Z, cumpliéndose así la condición triádica de Charles Pierce sobre el signo y las relaciones de funcionamiento.
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