LA OTREDAD Y EL DISCURSO DEL OTRO
Existen diversos mecanismos que permiten hacer
un acercamiento a la alteridad, a la otredad o el “discurso del
otro”[1].
La noción de otredad es habitual en la filosofía, la sociología, la
antropología y otras ciencias. Se trata del reconocimiento del Otro como un
individuo diferente, que no forma parte de la comunidad propia. Al reconocer la
existencia de un Otro, la propia persona asume su identidad. El Diccionario
de lengua española (RAE) lo define como: “Condición de ser otro”, (También
se emplea la voz alteridad, cultismo formado por la voz alteritas
(‘diferencia’). El otro varía según el punto de vista de cada individuo: para los occidentales, el Otro son los
orientales mientas que, para estos, la otredad estará dada por la existencia de
orientales.
El filósofo
francés Jean Paul Sartre analizó
el tema de la otredad a través de elementos tales como la empatía, la
simpatía, la tolerancia, la exclusión y el rechazo. Demostró que la alteridad
o la otredad se evidenciaban al
hacer uso de expresienes como “vergüenza ajena”.
En consonancia con
el punto de vista expresado, la Revista Cultural Mito
explica sobre el acercamiento a la alteriad:
Ahora bien, la actitud frente al Otro se fundamenta en la
manera de percibir a ese Otro. En la forma de percibir al otro pueden
distinguirse al menos dos perspectivas: se asume una posición de identidad al
ver al Otro como un igual, o bien, se percibe al Otro como diferente
entendiendo la diferencia en términos de oposición: Superior/inferior; bueno/malo;
normal/anormal; sano/enfermo etc.
En la comunicación, los géneros discursivos que
aluden al discurso del otro son formas reconocibles
y compartidas por los hablantes, quienes
identifican los géneros sobre
todo por su formato externo y por el contexto en que se suelen producir. Son
los géneros discursivos los que distinguen una carta comercial, de un
sermón, una noticia periodística, una receta, una conferencia, un brindis, un
contrato o una entrevista radiofónica, por ejemplo.
Sobre dicha contextualidad, inherente a cada género
discursivo, el sitio web Carcaterísticas indica:
que los géneros discursivos son estables; es decir, en ellos se mantiene la escritura,
el estilo y la organización sintáctica.
En ocasiones se recurre a
diversos mecanismos que cumplen la función de ubicar un texto dentro de un
contexto determinado, uno de ellos es el título, mediante los recursos
tipográficos y ortipográficos el título nos ubica en un contexto
relativo a un género discursivo relativo al discurso del otro.
Tal es el caso del poema Carta de recomendación del poeta puertorriqueño
José Antonio Dávila:
José Antonio Dávila
Al Señor Propietario del Universo:
:
En breve llegará a tu cielo
Una tímida y dulce viejecita;
Los lirios de los años floreciendo en su pelo,
Y el rostro sonreído como una margarita.
Es la más hacendosa de la colmena
Donde por todos se ha sacrificado;
Y es tan buena, tan buena…
El género discursivo se transforma de
simple o primario a complejo o secundario cuando los enunciados de una
comunicación inmediata se encadenan a otros similares que cumplen diversas funciones
(interpersonal, social, gremial).
Desde el punto de vista interpersonal, la alteridad se presenta
en distintas circunstancias, como lo demuestra la canción del cantautor
José Luis Perales titulada Y cómo es él.
¿Y Cómo es él?
¿En qué lugar se enamoró de ti?
¿De dónde es?
¿A qué dedica el tiempo libre?
¿En qué lugar se enamoró de ti?
¿De dónde es?
¿A qué dedica el tiempo libre?
[1] López
Jiménez, I. E. Texto e intertexto. Estrategias y técnicas de redacción.
(En vías de publicación)
Comentarios
Publicar un comentario