LÉXICO Y REGISTRO
El Diccionario de redacción y estilo de
José Martínez Sousa define el término registro de la siguiente manera:
«Nivel o modalidad expresiva que adopta el hablante teniendo en cuenta quién es
el receptor o la situación, intención o contexto comunicativo: familiar,
coloquial, técnico, científico, académico». Esta relación (registro, intención comunicativa y situación comunicativa)
queda evidente al elegir un estilo (conjunto de elecciones que ha hecho el
autor entre las formas de expresión
disponibles). Mientras las opciones del estilo son más amplias, las del registro
dependen de la situación o contexto
situacional: quiénes hablan, de qué hablan, cuál es el canal utilizado.
Estrechamente vinculada al contexto situacional, la actitud comunicativa
del hablante conforma la selección de determinado registro: «Consiste
en la disposición psicológica del aprendiente ante los procesos de
enseñanza-aprendizaje; afecta a muy diversos aspectos de estos
procesos y experimenta variaciones a lo largo de su
desarrollo». (Centro Virtual Cervantes).
Los criterios mencionados
previamente quedan evidentes al consultar un diccionario, pues este contiene marcas
y abreviaturas que aportan contexto a las acepciones de una palabra y
restringen o condicionan su uso. Estas se dividen en distintas categorías según
el tipo de información que proporcionan: la categoría gramatical (clase,
género, número), el nivel de la lengua (culto, popular,
vulgar), el registro del habla (coloquial, estándar), el contexto
técnico (astronomía, ciencias, economía, matemáticas, lingüística,
literatura), el contexto geográfico (América, Jaén, Cuba,
Antillas…), la cronología en el uso de la palabra (poco
usado, en desuso, neologismo), la intención del hablante (despectivo,
irónico…) y la valoración con respecto al mensaje(malsonante,
eufemismo).
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