PINTAR LA LENGUA DE COLORES
Pinta tu vida: amarillo
mangó, verde quenepa, rojo flamboyán, turquesa del mar. Los colores que pintan
la vida forman parte de una extensa gama que va coloreando nuestra lengua. En
dicha gama se insertan unas palabras llamadas “adjetivos”.
La palabra “adjetivo” deriva del latín “adiectivus”, que
quiere decir “que se agrega”. Según IEDRA, buscador de palabras, deriva de adjetivar (calificar a algo o a alguien de lo que
se indica). Los adjetivos son una clase de palabras que se utilizan
para describir o modificar el sustantivo. Como modificadores del sustantivo,
lo hacen de manera amplia ya que, pueden
indicar más rasgos, género e inclusive número del sustantivo (ordinales, cardinales). En un gran número de casos, el adjetivo denota propiedades o
cualidades. De modo general, en
español, suelen colocarse después del sustantivo (libro nuevo); mientras
que inglés suelen ir antes (new book).
La Nueva gramática
de la lengua española (RAE, NGLE), distingue, entre las clasificaciones de los adjetivos, los adjetivos calificativos de los adjetivos relacionales. Los primeros expresan cualidades o propiedades (producto barato), mientras que
los segundos suelen denotar tipos de entidades o relaciones entre ellas (agrícola en política
agrícola).
El adjetivo calificativo denota una cualidad o propiedad de la entidad denotada por el nombre al que modifica o del que se predica, como en profesor entusiasta, calle sucia. Pueden graduarse a través de procedimientos sintácticos (muy grande, bastante joven) o morfológicos, mediante distintos grados de comparación (bueno, buenísimo; grande, grandísimo), cuyo uso depende del contexto.
Los adjetivos relacionales expresan el vínculo que existe entre el sustantivo al que modifican y la base de la que el adjetivo proviene o con la que están asociados. Entre estos figuran los explicativos y los especificativos:
- Adjetivos
explicativos (epíteto): Adjetivo
calificativo que destaca una propiedad inherente, prototípica o
característica de lo designado por el nombre al que modifica: cielo azul, verde hierba. Los epítetos, que constituyen un rasgo característico de
la lengua literaria, suelen anteponerse al nombre.
- Adjetivos especificativos: Dicho de un modificador del
sustantivo, que restringe una propiedad del referente del sintagma nominal
en el que se inserta:
casa antigua, día lluvioso, gato negro.
Un gran número de adjetivos de sentido valorativo o afectivo aparecen antepuestos o pospuestos con igual naturalidad en cualquier registro, si bien la posición antepuesta (un peligroso incidente) se suele asociar en la conciencia de los hablantes con los registros más formales, mientras que la pospuesta (un incidente peligroso) no está marcada en este mismo sentido (RAE, NGLE).
El adjetivo antepuesto indica una cualidad más bien inmaterial y el contenido figurado de naturaleza evaluativa: alta cuna (origen), buen hombre, cierta noticia (indeterminada), gran persona, vieja amiga, simple pregunta.
El adjetivo
pospuesto, por el contrario, tiene un significado más concreto y
preciso que el antepuesto:
·
hombre grande (corpulento)
~ gran hombre (importante,
de gran relevancia)
·
personaje alto (de elevada estatura) ~ alto personaje (importante
en una jerarquía)
·
amigo viejo (anciano) ~ viejo amigo (antiguo,
que lo es desde hace tiempo)
Así, desde el punto de vista semántico, se traslada el matiz negativo de “viejo verde” al positivo ecológico “proyecto
verde” mientras recordamos la letra de la hermosa canción Verde luz
(Antonio Cabán Vale):
Verde luz
de monte y mar
Isla virgen del coral
Si me ausento de tus playas rumorosas
Si me alejo de tus palmas silenciosas
Quiero volver, quiero volver.
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